Charlando con Alejandro, albañil en formación de 23 años
Muchas personas en paro darían cualquier cosa por las condiciones laborales de Alejandro Varela, y eso que todavía se encuentra en formación. Este lucense de 23 años estudia para ser albañil y al mismo tiempo, trabaja en ese campo. Por primera vez en su vida está ilusionado ante la perspectiva de una carrera profesional con todas las opciones para promocionar. Es uno de los alumnos del programa Constrúate, llevado a cabo por la Fundación Laboral de la Construcción en Galicia.
El caso de Alejandro, es una de las razones por las cuales deberíamos prestar especial atención a este sector, con el fin de aprovechar todas las oportunidades laborales que el mismo ofrece a aquellas personas que estáis en situación de paro.
Yo dejé de estudiar en 2.º de ESO; después hice una FP de Electricidad, y me faltaba solo un mes de aprendizaje. Pero me apareció un trabajo y lo dejé, tonterías que se hacen. Al menos esa FP también estaba ligada a la construcción, al fin y al cabo siempre haces rozas y cosas relacionadas.
Trabajo ocho horas, de 8 a 13 y de 15 a 18, que ya quisiera yo hace años tener ese horario y no estar hasta la madrugada sirviendo copas. Además, en mi empresa no se trabaja los fines de semana ni los festivos, y si algún día te toca por algo, te lo pagan aparte. Otra ventaja es que es obra privada, por lo que siempre estoy en interior, y en todo el invierno solo me puse una vez el traje de agua.
Puedes mejorar mucho, pero eso ya depende de la capacidad que tengas tú para hacerlo, y de lo que quieras. Si sales de aquí como oficial de primera, después puedes decir: ‘Quiero sacarme un curso de palista —es su caso— o de gruista’, si acepta la empresa. Si te pones metas las vas cumplir, si no, la empresa no te lo va a facilitar. De hecho, si acabo a los tres años como oficial de primera, puede que me quede en la empresa como oficial de segunda y, según te vas desenvolviendo, te pueden poner de primera o incluso como encargado de obra. Si no tienes ganas es mejor que no entres, ni en esto ni en ningún lado.
Es más cuestión de maña que de fuerza, yo he visto a gente muy fuerte, en plan levanto 120 kilos en el gimnasio’, pero después no saben coger un peso. Aun así, no es como antes. Ahora cuando un saco pesa más de 25 kilos, ya lo levantas con un carretillo. Ni esto es tan duro ni está mal pagado, para nada.
Un curso de estos o una FP es lo mejor que se puede hacer hoy en día, porque las empresas lo único que hacen es pedir gente con experiencia. Que sepas leer un plano sí, pero si después a la hora de la verdad no sabes ni marcarlo en el suelo… Y quien dice eso, dice otra cosa. Pero, insiste, hacen falta tres cualidades clave: ganas, ilusión y respeto.
Acusan a la gente joven de falta de ganas, pero depende. Hay muchos que no tienen ganas ni de coger una escoba para barrer en casa, pero también se padecen jornadas de 12 horas por 700 euros. Ahora que sí que es cierto que muchas veces falta voluntad de trabajar. Porque si hubiera, con la cantidad de personas que se necesitan para la construcción, la fontanería o la electricidad, no habría tanta oferta.
Fuente: Noelia Silvosa, La Voz de Galicia.
📷 Oscar Cela.